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sábado, 30 de noviembre de 2013

HABILIDADES SOCIALES (III)

La clave de la clave (de nuevo gracias Luis): “Por eso los tímidos rehuimos las situaciones sociales, porque nos crean agobio ante nuestra incapacidad para captar las señales emocionales y reaccionar en sintonía con ellas”.

Esta entrada la voy a centrar fundamentalmente en mi incapacidad de captar las señalas de las mujeres. Y en caso de que hubiera una señal positiva, mi posible reacción.
a) La casera

La primera casera que tuve en Barcelona me dijo que lo mío era patológico. Que hasta entonces, la experiencia que ella había tenido con los hombres era que si hacías algo por mínimo que fuera, mencionabas algo… los tíos ya estaban emocionados con que  te tenían en el bote. En cambio, en mi caso, decía, que “ya puede ponerse una tía en bolas delante de ti y en tu habitación, que piensas que será porque tiene calor”.
No es un chiste, lo dijo de veras. Se supone que porque una amiga cincuentona suya me había dicho algo, no sé el qué, y no me había dado por aludido. Pues vaya.

b) Chus
A la salida del instituto solíamos ir juntos 3 compañeros porque nuestras casas se encontraban de camino. Oscar se quedaba el primero, luego yo y finalmente Chus. La única persona con la que conservo el contacto del instituto me dijo hace no más de 3 años que a Chus le gustaba yo porque parecía mayor que el resto de la clase y eso les gustaba a las tías.

He de decir que probablemente se lo haya inventado; pero pongámonos en el caso de que fuera verdad. No me enteré en absoluto. Este chico dice que en muchas ocasiones Chus se quedaba hablando conmigo, que si no me había dado cuenta. Claro, porque íbamos camino a casa juntos y si nos quedamos algún momento más era para terminar la conversación.
Yo le pregunté que si eso era verdad, por qué no había dicho nada entonces. Él respondió que porque yo era su competencia, vamos que a él también le gustaba Chus.

Nunca me doy cuenta de nada. Si Chus dijo o insinuó algo yo no me enteré.
c) Emi

Se trata de una amiga de una de mis hermanas, la conocía porque habíamos ido a las piscinas juntos (mis hermanas, ella y yo). Un día mi hermana me dice que le gusto a Emi, que había preguntado por mí, que por qué no salgo un viernes con ellas … Después de que mi hermana se pusiera muy pesada decidí salir con ellas. Fuimos a un disco pub. Lo pasé bastante mal porque en el grupo de mi hermana eran todas tías y yo el único tío, así que arrimé a mi hermana para poder hablar con alguien.
Pues a mi lado siempre estaba Emi dándome conversación, preguntándome si quiero bailar… Incluso me invitó a una cerveza (125 pesetas), lo cual era increíble porque en aquella época no disponíamos a penas de dinero y si alguien pagaba era siempre el chico. Vaya, que me lo creí. Me puse totalmente colorado y le respondía con monosílabos; mi conversación era penosa. No sé cómo continuó a mi lado.

¿Qué había pasado? Emi no había dicho nada (sorpresa). Era al revés: mi hermana le había dicho a Emi que esa noche iba a salir con ellas; que como era la única a la que conocía, que se encargara de que lo pasara bien y no me aburriese.
Por tanto,

-       O no me entero (en caso de que fuera verdad la historia de Chus).

-       O si me entero no sé cómo reaccionar: me pongo colorado, no sé de qué hablar, y sólo respondo con monosílabos.

¿Y SI…?
Este escenario me lo he planteado muchas veces. Si recordáis mi entrada HISTORIAS, en la parte b) os hablo de D que tuvo la suerte inmensa de conocer a C, que C le propuso tener relaciones sexuales y que D fingió una bajada de azúcar por temor, ansiedad, y no sé cuantas cosas más.

Hubo unanimidad entre quienes nos contó la historia: ¿En qué estabas pensando? Yo en tu caso, bla, bla, bla.
Y esa es la cuestión, yo en su caso ¿qué habría hecho? Esta es la pregunta que en aquellos momentos rondó mi cabeza durante mucho tiempo y aún a día de hoy a veces lo hace.

Para empezar, la chica tendría que ser muy explícita porque no me doy por enterado de este tipo de cosas, siempre pienso que su intención puede ser otra.
Después seguramente mi cabeza esté hecha un lío con pensamientos y emociones contradictorias: Sí lo quiero y lo deseo; pero luego vienen los peros, los temores y las inseguridades.

¿Y al final qué? Seguramente en este escenario pondría una excusa para evitarlo del tipo es que ya tengo novia o alguna chorrada semejante porque creo que no podría con ello.
Lo he pensado mucho y el escenario en que creo que sí podría sería en el caso de que conociera a una chica, que la chica fuera dulce y femenina y que después de un tiempo (no sé cuánto, pero que hubiera generado la suficiente confianza) nos encontremos casi sin darnos cuenta de camino a la cama. Creo que entonces los niveles de ansiedad habrían disminuido mucho; conociendo su dulzura, el temor a no dar la talla por ser novato sería mucho menor, por lo que creo que podría estar lo suficientemente relajado para poder tener sexo.

Claro que todo esto sólo son conjeturas y pensamientos a los que he dado mil veces vueltas.
La situación normal entiendo, es la segunda: conoces a una chica poco a poco, os gustáis y en un tiempo prudencial tenéis sexo. Lo raro sería que una tía me diga a mí que quiere tener sexo.

4 comentarios:

  1. Los hombres no son los únicos que pueden tener problemas siendo inexpertos. A los 13 fui a la cama con un chico y no dilaté. Es más, hace unos años, me acosté con un tipo que me gustaba mucho... y tampoco pude dilatar! Lo peor es que ni siquiera fue por inexperta, sino porque me sentía demasiado presionada por gustarle y me salió el tiro por la culata! No solo no pudimos hacerlo, sino que además había tomado bastante y de los nervios acabé vomitando toda la habitación (que él tuvo que limpiar)... un desastre, en definitiva. Pero son cosas que pasan, y hoy en día nos acordamos y nos reímos mucho.
    Creo que necesitás una mujer que te entienda y te acepte como sos, y respete tus tiempos, pero a la vez lleve la iniciativa. Es difícil de encontrar, pero creéme que es posible.

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  2. Hola Anónimo:
    Me ha gustado mucho que compartieras esa historia por dos motivos: primero que no tenía ni idea de que las mujeres podían tener ese tipo de problemas. Y segundo: tu actitud al respecto cuando dices "hoy en día nos acordamos y nos reímos mucho". Me encanta tu actitud. Es en lo que tenemos que pensar cuando nos encontremos con una situación parecida: algún día nos reiremos de esto (aunque en ese momento no nos haga ninguna gracia).

    Por cierto, muchas gracias por tus ánimos.

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  3. Bueno, es un poco difícil reírse y vomitar al mismo tiempo, no?
    Siempre van a haber cosas que nos avergüencen y los demás harán lo posible para que lo recordemos. Por qué? Porque es gracioso, nada más. Y entonces, nosotros nos vamos a poner colorados y vamos a intentar desviar el tema de conversación... o mejor, podemos hacer un chiste al respecto! Nadie cae mejor que alguien que sabe reírse de sí mismo. En fin, pasar un mal momento con alguien no significa que la relación no pueda continuar. Vas a la cama con una chica, las cosas salen mal... y? Si realmente le gustás, va a intentar que te relajes una y otra vez, hasta que las cosas fluyan. Nosotras no somos imbéciles, sabemos que esas cosas pasan. Y la que no lo sepa no vale la pena, es demasiado estúpida.
    Me resulta un poco difícil creerle a un hombre que diga que siempre, pero siempre se le paró. Y también a una chica que diga que a los hombres siempre se les paró con ella. Todos, absolutamente todos tenemos alguna anécdota patética, bizarra y vergonzosa que hoy en día nos hace descostillar de risa. Y el que lo niegue es un mentiroso! ;)
    La clave, Ricardo, es entender que sos un ser humano como cualquiera y que podés tener errores, hacer el ridículo, quedar en evidencia. Y entender, también, que los demás te ven como lo que sos: una persona normal que puede meter la pata, hacer un comentario desubicado, tener un problema sexual, comer demás, hablar de menos. Al que te juzgue por eso lo invito a abrir la puerta de su casa y salir a la calle, porque evidentemente no sabe nada de la vida!

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  4. “ya puede ponerse una tía en bolas delante de ti y en tu habitación, que piensas que será porque tiene calor” Se supone que porque una amiga cincuentona suya me había dicho algo, no sé el qué, y no me había dado por aludido. Pues vaya.

    Me hace preguntarme si en alguna ocasión habré interesado a alguna mujer, pero no ye pensado que estaba desnuda porque tenía calor. ¿Por qué las mujeres no son mas directas? Después muchas de esas mujeres dicen que el hombre pasa de ellas...

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