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domingo, 22 de septiembre de 2013

UNO MENOS Y MUCHOS MÁS

1. UNO MENOS

Este fin de semana ha venido a verme RL, uno de mis mejores amigos. Se encuentra en mi misma situación: nunca ha tenido novia y hasta ahora pensaba que también era virgen.
Os lo cuento, no como un cotilleo que a nadie importaría, sino como algo de lo que todos podemos aprender un poco. Os adelanto que lo que buscamos en una mujer, al menos mis amigos y yo, es amor y cariño, por supuesto que con sexo. ¿Sexo a secas sin amor ni cariño? Prefiero seguir siendo virgen.

a) La primera vez
Esto fue hace 8 años, en la fiesta de navidad de su empresa. El lavabo de chicas tenía bastante cola y el de chicos solía estar vacío así que por lo visto esta chica fingió que la habían empujado para entrar en el lavabo de chicos y ver si había sitios libres. RL era el único que hacía cola y la chica literalmente se chocó con él acabando las manos de la chica en los pectorales de RL. Ella le dijo que vaya pectorales tenía. (Sería broma porque RL en aquellos tiempos estaba más gordo que yo). En fin que después de esto, ya en la zona de copas y/o de baile entablaron alguna conversación e incluso bailaron juntos. A la hora de irse a casa RL la acompañó a casa y que después todo lo demás vino de seguido.

Esto fue un viernes por la noche. El lunes siguiente la tía hacía como si nada hubiera ocurrido y metía las palabras “mi novio” por aquí y por allá como si quisiera dejar claro que tenía novio y que no debía ni mencionar lo del otro día.
Pero ¿tenía novio? - Le pregunté yo a RL. Siendo bastante atractiva era de esperar que sí –contestó RL, -pero por cómo se comportaba pensé que habrían roto.

Después de aquel día los contactos que RL mantuvo con aquella chica fueron más escasos que nunca y, por supuesto, nunca comentaron lo sucedido.
En este punto RL me comentó que estaba clara la estrategia de la chica y que había saber leer entre líneas, si uno no quiere no tiene sentido que el otro la presione para que sí que quiera. Ahora bien, RL se preguntaba 2 cosas. La primera era si de verdad tenía novio o era una simple estrategia que tenía la chica para distanciarse de él. Y la segunda, si era posible que quisiera distanciarse porque había notado que era muy malo en la cama (bueno era su primera vez).

b) Segunda vez
La segunda vez ocurrió a las 2 semanas de la primera.

En esta ocasión se fue de putas. La motivación le venía desde dos frentes. El primero es que ya se había estrenado sexualmente y quería que la cosa continuara, y la segunda es que tenía que mejorar a marchas forzadas en lo que se refiere a técnica sexual.
Me comentó que la prostituta utilizaba palabras cariñosas para que se relajara y que al final pudo mantener relaciones.

¿Volvió a repetir la experiencia? No ¿Por qué? Pues porque no recibió lo que esperaba. Cuando llevas tanto tiempo esperando lo que realmente anhelas es cariño, amor, todo eso junto con el sexo, está claro.
Pero lo que puede dar una prostituta es algo muy artificial  que en nada se parece a lo que realmente quieres. Sí, puede darte sexo y sus palabras cariñosas pueden simular que existe cierto cariño, pero es harto evidente que es mentira, que es algo artificial, que cuando salgas de ahí ¿Dónde estará ese cariño? Porque ese cariño no lo vas a tener.

Seguimos esperando. No sé si algún día RL, el resto de mis amigos o yo mismo conseguiremos el amor de una mujer, pero definitivamente, yo nunca acudiré a una prostituta.
2. Y MUCHOS MÁS

En entradas anteriores decía que sabía que tenía que haber mucha más gente en mi situación.
He encontrado esta página en que hombres y mujeres de más de 30 (alguno de 45) confiesan que están en la misma situación que estoy describiendo yo aquí.


Mal de muchos es consuelo de tontos, lo sé. A mí no me consuela que haya más porque es algo que ya sabía.
Pero creo que debe saber la gente que hay muchas personas en esta situación y ese es uno de los motivos por los que escribo el blog: no somos 1 entre un millón, no somos más y si no salimos a la luz es por vergüenza.

Y ¿qué dicen las personas que escriben ahí? La mayoría dicen que es por timidez extrema.
Sé que muchos pensarán “Si nunca ha tenido novia/o, POR ALGO SERÁ.”

Hace exactamente 13 años oí a la secretaria de mi jefe comentarle a otra secretaria que yo “debía ser muy raro”. ¿Por qué? Porque me había propuesto hacer cena de parejitas, ella y su novio y yo y mi novia. Yo le había de no tenía novia por segunda vez en un año. No sé cuantos meses habrían pasado y la parecía mucho. Anda que si llega a saber que nunca había tenido novia.
Supongo que hay gente que me tildará de raro, a la mayoría ni les importará que tenga o no pareja y ni siquiera lo sabrán. Pero por favor, ¿raro? Esa no es la palabra, es tímido y acomplejado.

Hablo por mí y por mis amigos vírgenes porque a los demás no los conozco, pero seguro que al menos la mayoría, NO son personas bordes o ultra feas, atontadas, violentas… sino que compartimos las mismas virtudes y los mismos defectos de cualquier persona.
Ese “algo” que la gente está buscando es simplemente que somos extremadamente tímidos y/o muy acomplejados. Eso es todo.

viernes, 13 de septiembre de 2013

DE MADRES Y TÍAS


A primeros de julio se casó un compañero de la EGB. La cosa no tendría más importancia si no fuera por los comentarios de mi madre y mi tía. Estoy seguro que quienes estén en mi situación sabrán perfectamente de lo que hablo.
Primero mi madre me dice: “¿A que no sabes quién se ha casado? “El Albertito”, con lo tonto que era y mira”.

Y yo poniendo cara de circunstancias.
Y luego mi madre le dice a mi tía: “Sí, el [hijo] de la Lore.”

Ah, el de la Lore, coña, con lo feo que era. Más feo que tú y mira cómo ha espabilado”—continúa mi tía.
¡Vaya argumentos!

- Pero mamá ¿Qué más da que fuera más tonto que yo cuando teníamos 10 años? Ni que ser más listo te diera algún derecho especial a la hora de casarte.
- Tía ¿Qué más da que sea feo? A quien le tiene que parecer guapo es a su mujer, no a ti.

Pero mi ti tía no se da por vencida y pregunta “¿Has mirado en la República Dominicana? Allí cuando ven a un español se le arriman todas”. Y me puso el ejemplo de no sé quién que se fue a la República Dominicana y después se trajo a una chica con la que se casó. Luego me dijo: “Tú búscate a una fea, que así no te la quitan. Así no se aprovechan de ti.
Conclusión: Tengo que ir a la República Dominicana a buscarme a una novia fea con la que casarme y todo porque se ha casado un tío a quien no veo hace 31 años, que a juicio de mi madre y mi tía era más feo y más tonto que yo.

Anda que… Esto hay que tomárselo con humor porque si no…

miércoles, 11 de septiembre de 2013

MARTA

En mi última entrada dije que Marta se había quedado algunos días más en mi casa. No nos vimos mucho durante ese tiempo salvo algún día a la hora de la cena, porque su vida era la playa.

Me contó una cosa interesante. Dijo que conocía a mis amigos RL y DB. Bueno, quien dice conocer… La zona de marcha de mi ciudad natal es muy pequeñita y de cuando en cuando mi hermana se encuentra con mis amigos y como es normal, se saludan, se cuentan un par de cosas y hasta otro día. Pues por lo visto, en varios de esos encuentros también estaba Marta.

Marta me dijo que nos parecíamos, no físicamente, claro, sino en nuestra forma de ser. Y después de un buen rollo contándome lo que eso significaba, me dijo algunas cosas que me parecieron interesantes:

Una de las cualidades más atractivas que las mujeres encuentran en los hombres es que sean echados para adelante, que se coman el mundo. Nosotros, en cambio, damos la impresión de en vez de estar “echados para adelante”, estar “echados para atrás”. Por ejemplo, en una boda, a la hora del baile no sólo no nos acercaríamos a las chicas sino que espantaríamos a las que quisieran acercarse con nuestro lenguaje corporal que dice “Yo no, yo no”.

Ella cree que en un principio, de pequeños, cuando se nos abrían nuevas posibilidades (a los 16 años buscar novia, a los 18 sacarse el carnet de conducir, etc.) teníamos cierta ilusión, pero a la vez miedo, temor a no dar la talla. No supimos plantarle cara al temor y se ha ido haciendo cada vez más fuerte hasta tal punto que a día de hoy ya ni siquiera vemos lo que tenemos delante, es decir, ya no pensamos en tener pareja ni en casarnos. Tampoco pensamos en transformar nuestros fofos cuerpos en cuerpos sanos.

¿Por qué? Porque hemos permitido que le temor a lo nuevo sea tan fuerte que domina nuestra vida y no pensar en cosas nuevas permite mantener alejado el temor de nuestra vidas.

Y lo peor de todo es que resulta que estoy de acuerdo.