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martes, 26 de noviembre de 2013

HABILIDADES SOCIALES (II)

Los comentarios de Luis en JANE II me han hecho pensar bastante. Cito a continuación aquellas partes de sus comentarios a las que he estado dando más vueltas:

PARTE I: "Es nuestra lectura meramente racional y no emocional de las relaciones sociales la que arruina nuestro éxito social".
PARTE II: "Ante una situación social (ir de excursión, ir a un concierto, etc…) las personas esperan de otras ciertas respuestas emocionales. Jane esperaba unas respuestas afirmativas de tu parte. Al principio las dabas pero luego al haber otros más extrovertidos que tú, dejaste de darlas. En ese momento cambió su visión sobre ti y pensó que estabas enfadado, cuando en realidad no era así. (…) Por eso los tímidos rehuimos las situaciones sociales, porque nos crean agobio ante nuestra incapacidad para captar las señales emocionales y reaccionar en sintonía con ellas".

Parte III: "El problema está en que tal vez ni siquiera lo hayas captado como tal ante la falta de inteligencia emocional y te pase como con Jane. La chica que quiere intimar contigo (aunque sea para ir al cine, no digo ni siquiera ligar) espera una reacción de ti y como no se la das te rechaza".
La pregunta es:

-      ¿Y si he sido yo el que inconscientemente se ha ido alejando de la gente?

-      ¿Y si aquello que yo interpretaba como rechazo de los demás, en realidad es que la gente veía desinterés por mi parte?

Voy a contar unas pocas anécdotas en que la gente pasó de mí. Lo que no sé es por qué.
a) El paddle

Hace casi 2 años, un compañero de trabajo me habló de ir a jugar al paddle juntos. Me había comentado que solían jugar él y su mujer contra otros compañeros de trabajo; pero que a su mujer no le gustaba mucho, por lo que estaba buscando un compañero de paddle. Le dije que me gustaría mucho y me dijo que la próxima vez que fueran a jugar me llamaría. Han pasado casi 2 años desde entonces y aún no me ha llamado. Yo tampoco le he dicho nada.
La verdad es que era algo que me hacía mucha ilusión porque había jugado contra alguno de mis amigos y se me daba bien (para ser nuevo). Me habría gustado practicar un poco, así la próxima vez que jugara contra mi amigo estaría mejor preparado.

Después de mucho tiempo me encontré a la mujer de este compañero de trabajo. Le dije que hacía tiempo que no hablábamos, que podríamos quedar los tres algún día a tomar un café. Su respuesta: después de que su marido me hubiera invitado una y otra vez a jugar al paddle y que yo siempre le hubiera dicho que no, que su marido no estaba como para tomarse un café conmigo, y ella mucho menos.
Mi interpretación fue que su marido pasó olímpicamente de mí por algún motivo que no llego a comprender y como excusa le dijo a su mujer que yo había dicho que no en repetidas ocasiones.

No le dije nada al respecto a su mujer. Pensé que sería humillarme más aún.
b) Grupos

Creo que ya os he dicho que me cuesta mucho hacer amigos. En el instituto hice cero amigos y en la universidad otro tanto de lo mismo. Después de la universidad sólo he hecho 2 amistades, pero no son del tipo de amistad con la que puedes quedar para hacer algo porque tienen pareja. Eso es todo.
Cuando comienzo algo nuevo siempre existen expectativas porque la gente nueva en un grupo suele quedar para conocerse y hacer cosas juntos.

Existen determinadas situaciones por las que he pasado, en las que los compañeros nada más conocerse salían quedar juntos. Por ejemplo, cuando hice la especialidad la gente quedaba después de clase; en mi destino una vez aprobada la oposición la gente quedaba los viernes para ir a tomar copas juntos; en diferentes cursillos (fotografía, cerámica, cocina…) he visto que la gente quedaba fuera de las horas de clase. Mis compañeros tenían al menos mi dirección de email y a mí nunca me dijo nadie nada de quedar fuera de las clases. 

También he de decir que ha habido ocasiones en las que sí que me he incorporado a un grupo, lo malo es que eran grupos con vocación temporal. Por ejemplo, cuando fui a Inglaterra a estudiar inglés técnico o durante unas vacaciones en Centroeuropa. En ambos casos gracias a unas personas excelentes que se encargaron de formar el grupo y de mantenerlo unido.
c) La mudanza

Cuando vivía en Madrid, un compañero de trabajo nos pidió ayuda a varios compañeros de trabajo con una mudanza. Un día les entró prisa por vender la casa de su abuelo y pidió ayuda para que le ayudáramos empaquetar. Una vez la empresa de mudanzas se hubo llevado todo, hicimos una limpieza a fondo de la casa.
El caso es que el sábado siguiente ese chico mandó un email invitando a una chuletada como agradecimiento. Por lo visto el email les llegó a todos menos a mí.



PERO, NO SÓLO HAN PASADO DE MÍ LOS DIRECTAMENTE IMPLICADOS, NOVIAS Y MADRES TAMBIÉN HAN PRESIONADO PARA QUE OTROS PASARAN DE MÍ:
a) Marco Antonio (mejor dicho, su novia)
En su día Marco Antonio llegó a ser uno de mis mejores amigos. Era uno de esos chicos a los que conocí en la sala de maquinitas. Era un chico bastante atractivo, aunque algo tímido.

Cuando teníamos 18 años comenzó a salir con una chica. Esa chica le “aconsejaba” alejarse de nosotros porque le parecía que éramos como marginados al no socializar como los demás (discotecas, pubs, chicas…).

Todo esto me lo comentó Marco Antonio en privado. Nos seguíamos viendo pero sin que su novia se enterase. Parecía una película de amor y cuernos y así es exactamente cómo me sentía yo. Claro que con el tiempo dejamos de vernos. Una pena.

b) Ventura

Mismo caso que el de Mario Antonio, solo que un año después y que en lugar de ser su novia la que metía cizaña era su madre. Le decía que cómo le iba a salir novia si iba con nosotros.

Ventura fue esquivo al principio hasta que un día nos dijo el por qué. Después de ese día no volvimos a quedar. Cuando coincidíamos era hola y adiós, no se paraba a hablar.

 

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