Translate

domingo, 4 de mayo de 2014

TEMPLES

Cuando era pequeño, solía jugar con algunos niños de mi edad que vivían en el mismo barrio. Ocurría, sin embargo, que durante el verano, casi todos ellos se marchaban de vacaciones, bien al pueblo (lo más habitual) o a algún lugar con playa; con lo cual quedábamos para jugar unos 3 niños.

De manera similar, también venía algún niño “nuevo” a visitar a sus abuelos que vivían en el barrio.
1. LOS TEMPLES

- UNO
Recuerdo especialmente a uno de ellos, aunque no recuerdo su nombre. Parecía como si ese niño hubiera sido amigo nuestro desde siempre, cuando a penas lo habíamos conocido ese verano. Los otros 2 niños le trataban como si fuera su mejor amigo, cuando a mí me había costado mucho quedar a jugar con esos niños.

-      DOS
Varios años después ocurrió lo mismo, sólo que yo ya tenía 12 años y el chico en cuestión se apellidaba Temple. No recuerdo si era de Barcelona o de Calatayud.

Los chicos con los que jugaba a menudo se hicieron muy amigos de él de manera inmediata y me daba la sensación de que a mí me dejaban un poco de lado para poder estar con Temple.
Debo reconocer que sentía mucha envidia. Un tío de estos llega y lo tiene todo hecho: todo el mundo quiere ser su amigo; además, actuaba de tal forma que enseguida se hizo el “jefe” de la pandilla. Hacíamos lo que él quería, jugábamos a lo que él quería…

- TRES
Al año siguiente conocimos a otro TEMPLE, se llamaba Fernando. Creo que su única cualidad destacable es que jugaba muy bien al fútbol (al igual que Temple), pero el caso es que se metía a todo el mundo en el bolsillo.

- CUATRO
La siguiente persona que conocí con similares características se llamaba Ángel, pero esto ocurrió mucho tiempo después. Yo tenía 29 años y él 24; era un compañero de trabajo.

En la empresa para la que trabajaba en aquel momento los despachos eran para dos personas (salvo los jefes que tenían despachos individuales, claro). La primera vez que supe de este chico fue porque mi compañero de despacho no paraba de decirme que había comido con Ángel, o que había quedado para tomar una copa con Ángel o que el fin de semana había ido con Ángel a tal o cual sitio… Me daba la sensación que para él era más importante hacer cosas con Ángel que con una chica.
Pues debido a una pequeña reorganización, el tal Ángel pasó a ser mi compañero de despacho. Es increíble la cantidad de chicas que desfilaban por el despacho para hablar (ligar) con él y la cantidad de llamadas que recibía. La envidia me corroía, es cierto, porque él sin tener que levantar un solo dedo tenía un montón de chicas, mientras que yo pasaba los fines de semana en casa completamente solo leyendo novela negra.

Cuando me marché de esa empresa Ángel me dijo que teníamos que quedar a comer o para tomar copas con los de su pandilla. Le llamé unas cuantas veces para quedar. Al principio decía que sí, que tal día le venía genial, pero después me llamaba para decir que le había salido plan con alguna chica; que lo mejor sería posponerlo para otro día. Al final, nada.
- CINCO

Hace dos años conocí a otra persona del mismo perfil que Ángel en el trabajo, solo que he tenido poquísimo trato con él y ya no está en Barcelona.

2. ¿QUÉ TIENEN EN COMÚN LOS TEMPLES?
Si algo me ha quedado claro es que hay chicos que arrasan tanto en lo que se refiere a tener amigos (todo el mundo quiere ser su amigo) como en lo que se refiere a tener a chicas detrás de ellos. Temples tiene que haber muchos por todos los lados, estoy seguro que todos nosotros nos hemos topado con algunos de ellos.

Pero ¿Qué es eso que tienen que atrae a todo el mundo? Y ¿por qué yo no puedo tener un poquito de eso?
Es que es como si fueran mis opuestos.

A mí me cuesta una barbaridad hacer amigos. De hecho, en Barcelona, el lugar donde vivo no tengo ningún amigo y no me relaciono con nadie.
A los Temples les ocurre lo contrario, sin esfuerzo (o eso parece) atraen a todo el mundo; todo el mundo les llama para quedar a jugar al paddle, a tomar copas, a salir a la disco, de excursión… Y tienen detrás a muchas chicas que no paran de hacerles visitas a su lugar de trabajo o llamadas/mensajes.

Pero si acaban de llegar a Barcelona, no han tenido tiempo de hacer amigos y ya tienen a un montón de gente a sus piés. ¿Cómo es posible?
Yo, en cambio, llevo ya varios años en Barcelona y nunca he quedado con nadie para nada. He intentado hacer amigos en el trabajo sin ningún éxito. Es verdad que fuera del trabajo no he intentado nada, pero en el trabajo he intentado quedar con la gente para lo que sea; pero no lo he conseguido. Después de muchos intentos, cuando ves que no vas a ningún sitio, te rindes y dejas de intentarlo.

Si alguien sabe qué tienen en común estos chicos, por favor, que comente algo. No tengo ni idea como alguien puede meterse en el bolsillo a todo el mundo sin a penas esfuerzo.

1 comentario:

  1. Yo sé qué tienen en común: confianza en sí mismos. Te juro que se transmite y no hay nada más atractivo que eso. Te sentís gordo, feo, antipático, idiota o algo así? No importa; cuando salgas a la calle, levantá la frente bien alto y repetite a vos mismo que hablar con vos es lo mejor que puede pasarle a los demás. Un consejo parecido le di a una persona que nunca tenía éxito en las entrevistas de trabajo. Le dije: "Da igual si en el fondo pensás que no sos apta para el puesto; lo importante es que te vendas a vos misma! Convencete de que sos la más eficaz, de que trabajar para la empresa es un favor que les estás haciendo, porque nunca van a encontrar a nadie mejor. Cuando salgas de tu casa, lo único que tenés que tener en la cabeza es que te va a ir bien. No hay forma de que te vaya mal, porque sos la mejor que existe! Jamás, jamás se te puede ocurrir la idea de que te van a rechazar. Jamás! Vos vas y das la entrevista como si ya estuvieras trabajando ahí. Todos los demás son imbéciles, así que no les va a ir bien. A vos, sí. A vos te van a querer todos, porque te lo merecés, porque lo valés! Al igual que les sucede a los actores, si no te tragás el papel, nadie te lo cree". Adivinás qué pasó? :)
    Nadie quiere ir de copas con alguien que está desesperado por socializar. Las personas somos masoquistas y siempre queremos lo imposible. Admiramos a quien pasa de la opinión de todos y le da igual si somos o no sus amigos. Por algo tiene tanto éxito "Dr. House", no? Jaja.
    Es cierto eso de que, si no te valorás a vos mismo, no podés esperar que los demás lo hagan. Cuando tenés autoestima, se nota. Tus gestos, tus palabras, tu forma de caminar... todo lo refleja! Hay que tener cuidado de no caer en la pedantería, o sea, tener siempre un poco de tacto y pensar un poco antes de hablar.
    Yo no me considero una mujer linda, pero intento vestirme y actuar como si lo fuera. Te aseguro que nada da más resultado! A veces, es necesario autoengañarse por un rato. Desenvolvete como si fueras un triunfador, aunque en la soledad de tu cama, por las noches, pienses que sos todo lo contrario. Da igual. Si realmente te importa la opinión de los demás, lo mejor es fingir todo lo contrario!

    ResponderEliminar